Una mujer de París

Una mujer de París * * * * *
Charles Chaplin
Edna Purviance, Charles French, Lydia Knott

Atípica película de Chaplin, por no protagonizarla él y por no ser una comedia, pero sí que tiene en común lo siguiente, es una película genial, una obra maestra.

Cuenta con una magistral banda sonora que acompaña perfectamente a las situaciones y grandes interpretaciones.

La comparación de los cerdos con los hombres está bien. Las mujeres son trufas, un manjar exquisito para los cerdos y para los hombres. Los hombres son cerdos deseantes de trufas. Pobres y burgueses y sus relaciones amorosas. Genial las luces del tren. La escena del masaje también es genial, mientras la amiga le cuenta lo que ocurrió por la noche.

Cuenta también con bastantes elipsis sobretodo de desnudos y otras geniales como cuando se vuelve a encontrar con ella en Paris y el cree que todo sigue como antes, y la sirvienta abre un cajón y se le cae un alzacuello de hombre. Una obra maestra que no hay que perderse.

7 Vírgenes

7 Vírgenes * *
Alberto Rodríguez
Juan José Ballesta, Jesús Carroza, Vicente Romero

Una película con grandes críticas, pero no es para tanto, es mucho mejor la de Barrio que esta.

Juan José Ballesta fatal, no entiendo como tiene tanta buena crítica, estando serio a veces parece que se le vaya a escapar la risa y estando de risa parece que fuerce demasiado los gestos, eso sí, hay momentos que sí está bien. No me gustó su interpretación pero seguro que tiene muchas admiradoras.

La película ni dice ni aporta nada nuevo, y más bien parece una autobiografía con unas cuantas anécdotas que no son para tanto, con un final fácil y simple.

Vértigo. De entre los muertos

Vértigo. De entre los muertos * * * * *
Alfred Hitchcock
James Stewart, Kim Novak

Una película del maestro que no me enganchó en los momentos primeros como así lo hicieron por ejemplo El hombre que sabía demasiado, Psycho o Con la muerte en los talones. Eso sí, se nota que esta es mucho más personal que las otras y conforme va pasando la película sí que va enganchando ya más que al principio.

Técnicamente es una obra maestra y cuenta con muchas secuencias magistrales, acompañadas siempre por una fabulosa banda sonora de Bernard Herrmann.

Esta película va de milagros, y el milagro es que James Stewart está agarrado al principio al borde de un bloque de 6 o 7 pisos de altura y cae y sólo se hace un poco de daño, cuando momentos antes uno cae y se hace papilla. Pero, ¿cae y se magulla o cae y muere? Gran pregunta. Estando ahí arriba agarrado no puede siquiera darle la mano al otro para salvarse, y, además con ese fundido a negro. Y luego seguidamente del fundido a negro lo vemos con un bastón y dolorido con un corsé, después de caer de unos 20 o 30 metros. Un poco más tarde él mismo hará una pequeña demostración, cuando se sube a una silla, y se pega un batacazo increíble.

Madelaine es una representación, como un cuadro, por eso la veremos muchas veces enmarcada, como en el restaurante, magnífica secuencia donde ella traspasa ese marco y su acompañante se queda atrás hablando con un camarero y ella traspasa a lo Alicia a través del espejo, y entonces le vemos el rostro iluminado. En la ventana cuando Scottie mira desde abajo hacia arriba en el hotel, en la cama entre los marcos de la puerta cuando la saca del agua y la lleva a casa. O también muchas veces fuera de campo, pero viéndola a través de un espejo como en la floristería. Scottie se dará cuenta del engaño sufrido también a través de un espejo cuando la ayuda a ponerse el collar. Son representaciones de otras personas, como posesiones de espíritus en cuerpos que no son suyos, y tal cual como espejo, una de las dos siluetas es la falsa.

Y tiene también mucho detalles como el poste en cruz de madera del teléfono sobre la cabeza de Madelaine en la entrada de la puerta de casa de él. Grandes momentos, esa escena fantasmagórica en el parque con las secuoyas, cuando ella dice: En algún momento de estos nací yo, y aquí he muerto, sólo fue un instante, una vida, nadie lo advirtió. Y luego desaparece detrás de un árbol, magistral, como cuando a Judy la va aconsejando a la hora de vestirse, tal como dice el propio Alfredo más que vestirla la está desvistiendo. Una cosa que también es cita de Alfredo, es que considera que es un error el que no haya garantías de que Stewart no vaya a poder subir arriba del todo del campanario, pero personalmente pienso que esto está resuelto fácilmente, no sigue subiendo porque ve caer a la persona que va persiguiendo, entonces no tiene sentido seguir subiendo.

Los colores también toman importancia, esos rojos vestidos, las llamas del fuego, la puerta de entrada de la casa de Madelaine y la decoración. El vestido verde de Judy, neón verde en su apartamento, y en ese momento en que ella sale del baño después de recogerse el pelo con un moño, con esa imagen verde es cuando ella ha resucitado de entre los muertos, y se besan en ese momento giratorio de la cámara, fabuloso.

Ella, Judy, se va viendo atrapada, se va enfadando porque la van descubriendo. Son momentos geniales, cuando él casi no habla y ella, poco a poco no puede parar de hablar, se le va escapando una cosa detrás de otra, y cómo ella no sabe bien las intenciones de él, si es que quiere descubrila o es que realmente está enamorado de ella, sigue adelante con las proposiciones de él. Y todos esos planos junto a espejos en esta segunda parte es notable.

Luego él se da cuenta cuando ve el mismo collar y entonces la lleva a la misión, y en este momento ocurre lo del coche, que a veces lo veremos por la izquierda y a veces por la derecha, desde mi punto de vista es como si se hubiese grabado en dos países distintos y no se hayan dado cuenta de que luego no les coincidía, pero es extraño porque es muy notable y con una simple revisión rápida del montaje se da uno cuenta. Y el hecho de que la mujer muera estrangulada no es muy inteligente respecto a investigaciones policiales, menos mal que la policía no aparece en la película.

Y esa frasesdel final: "Lo veremos, esta es mi segunda oportunidad."

Los créditos iniciales del mítico Saúl Bass.

Grupo Salvaje

Grupo Salvaje * * * * *
Sam Peckinpah
William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Ben Jhonson

Western crepuscular. Un grupo sin nada que perder salvo esa pequeña cosa llamada vida, con ganas de tener dinero si hace falta robándolo, y, con esa ilusión de fondo de rehacer su vida. Y con unos cazarecompensas pisándoles los talones. Al principio a este grupo lo iremos viendo como los malos de la película, pero poco a poco, nuestro sentimiento hacia ellos irá cambiando poco a poco. Una película en la que no tenemos al típico héroe o al justiciero marcando la ley verdadera, sino que tenemos a un grupo casi a punto de tocar fondo y sobretodo muy reales las acciones de los personajes, a veces duras, eso sí, pero reales, son antihéroes. La imagen de las hormigas acabando con los escorpiones refleja perfectamente lo que será la película.

Varias escenas antológicas, cuando están cabalgando hacia la cámara, o cuando se ponen de acuerdo al final y van caminando, atravesando la villa del Mapache hasta llegar a él.

Ese gran final magistral e inolvidable, la lucha metálica interminable, otra escena real cuando el tío cuando le dice a la mujer: "Puta.", o cuando se utilizan a mujeres como escudos, y cuando llegan los cazarecompensas, esos buitres que hemos visto antes, relamiéndose ante los cadáveres. La única pega que le puedo poner son las municiones infinitas de las pistolas, o de la ametralladora, o sino más bien esa rapidez instantánea de recargalas, pero son cosas superfluas para no romper el ritmo.

Hay que notar también algo, y son los niños, ya desde el comienzo, con las hormigas, riéndose y disfrutando de la brutalidad, y no quedará ahí sino que seguirá durante toda la película. Y la música también perfecta. Y aquí es donde se puede discutir sobre si la crueldad o la violencia nace con el ser o se hace con la experiencia vivida.

Objetivo Birmania

Objetivo Birmania * * * *
Raoul Walsh
Errol Flynn, James Brown, William Prince


Unos soldados en un callejón sin salida. Una operación militar arriesgada que parece ir bien al principio pero que se va complicando poco a poco. Los enemigos serán varios, soldados japoneses, comida, enfermedades.

Todo ese grupo pidiendo al cielo ser visto, rescatado y recibiendo luego los viveres es muy bueno. Las frases también buenas sobre las madres de los soldados muertos, esos jóvenes que mueren antes de tiempo, y es que el amor de madre ya se sabe que es especial. O el precio que hay que pagar por algunas acciones arriesgadas como refleja la frase del final del capitán Nelson (Errol Flynn): Aquí está el precio, no mucho que digamos, un puñado de americanos. Y en este momento le entrega un puñado de placas de las del cuello con el nombre de los muertos.

La película a pesar de sus 136 minutos pasa bastante rápida porque está bien estructurada en los tiempos y en el ritmo. Otra buena película de Raoul Walsh.

Corazones y almas

Corazones y almas * *
Ron Underwood
Robert Downey Jr., Charles Grodin, Elisabeth Sue, Kyra Sedgwick, Tom Sizemore

Una película que no dice nada, realizada por un director que tampoco dice nada, y eso que esta puede que sea su mejor película, junto con la entretenida Temblores. Un director para alejarse de él, véase Pluto Nash o Mi gran amigo Joe. No se equivoquen, esta película no es como Ghost.